lunes, 24 de noviembre de 2014

La sociedad, la ciencia y la búsqueda de los desaparecidos.

Mientras seguimos sin certezas sobre el paradero de los normalistas. Sus familias mantienen su exigencia a la PGR de buscar a sus hijos vivos y no en fosas o basureros, no hacen extensiva esa exigencia a los grupos civiles que también realizan la búsqueda. Al mismo tiempo tanto los padres como los grupos civiles que han encontrado fosas clandestinas carecen de preparación para recuperar del lugar evidencia o por lo menos para saber como tratarla una vez encontrada. Este hecho los ha llevado a alterar los sitios encontrados de manera que pueda no ser posible recuperar información sobre los hechos ocurridos en el lugar.

Es un hecho que tanto la PGR como todos los niveles de gobierno están desacreditados por su corrupción. Pero hay algunos elementos que marcan la diferencia entre un levantamiento antropológico forense y una búsqueda improvisada de restos humanos. A decir hay un gran trecho entre la participación de especialistas, el registro minucioso de hallazgos y tareas realizadas y el análisis científico de las evidencias encontradas respecto a solo excavar con picos y palas, manipular sin control restos encontrados, permitir el acceso irrestricto a un sitio de búsqueda y no llevar registros de los hallazgos.

Hay dos grupos civiles participando en la búsqueda de los normalistas la UPOEG (Unión de pueblos organizados del estado de Guerrero), una organización señalada como “grupo de autodefensas” y señalada también por sus posibles vínculos al ex gobernador Angel Aguirre. La otra es la CRAC-PC (Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, Policía Comunitaria) Una organización reconocida por su mayor trayectoria (18 años) y por su independencia respecto a la clase política. Ambos grupos tienen el reconocimiento de las comunidades en que operan y han mantenido como demanda al estado procesos de legalización y capacitación. Por lo menos de manera parcial esta legalización se dio con la aprobación de la ley 701 de reconocimiento, derechos y cultura de los pueblos y comunidades indígenas del estado de Guerrero. En cuanto a la capacitación sigue sin ser un tema resuelto y se puede decir que a pesar de la eficiencia que ha logrado la policía comunitaria su labor no ha dejado de ser de un carácter improvisado.

Esta improvisación no esta dictada por la mala fe, sino simplemente por la carencia de recursos para llevar a cabo practicas profesionales de investigacion; las policías comunitarias son una expresión social de regiones con precaridad social. Como consecuencia de este hecho no poseen practicas de antropología forense que garanticen la preservación de evidencias. Esta carencia junto con la prisa por obtener resultados los ha llevado a recuperar restos humanos con técnicas invasivas y descuidadas que destruyen evidencia, básicamente han excavado con picos y palas en sitios donde presuntamente habría restos humanos. No llevan un registro de la posición o condición de los restos y permiten el paso de periodistas y familiares que interactuan con el espacio donde se encuentra evidencias, algo que sin mala intención, altera esos sitios.

Los propios familiares de los normalistas cayeron en practicas descuidadas cuando accedieron al basurero de Cocula, entraron sin saber que buscar, ellos esperaban encontrar restos humanos completos y durante horas caminaron y hurgaron en el lugar sin darse cuenta que con ello podían destruir restos de importancia.

Si bien esta el hecho de que legalmente no están facultados para realizar un levantamiento forense. Si han decido hacerlo como parte de una iniciativa bien intencionada para esclarecer los hechos, por ello esta iniciativa debe empatarse con un compromiso para preservar todas las evidencias en los sitios donde se busquen restos humanos.

La falta de cuidado en la recuperación de restos humanos fue uno de los mas graves actos de indolencia por parte del gobierno de Calderon en el sexenio pasado, en el caso de las fosas clandestinas se uso maquinaria pesada para extraer los cuerpos en un afán de acelerar el proceso, esta acción destruyo la evidencia y de hecho causo daños a los cuerpos, algo que cancela la veracidad de una necropsia. Si en el caso del gobierno de Calderon estas practicas fueron un acto de indolencia y desinterés en la búsqueda de la verdad, en el caso de las indagaciones de las policías comunitarias se trata de una carencia de método relacionada con su falta de capacitación y de sus carencias en temas científicos. Sin embargo no hay desde otras organizaciones civiles un acercamiento para resolver estas carencias. La única iniciativa que se ha dado es la del proyecto Ciencia Forense Ciudadana que busca generar una base de datos de ADN de familiares de victimas para su análisis de manera independiente a las instituciones. Un tema no carente de limitantes dado que el ADN de cualquier persona esta legalmente protegido por la ley de protección de datos personales, de este modo el recuperar muestras de ADN de manera no reglamentada podría dar lugar a un caso legal contra quien lo realice.

Mención aparte merece la difusión de datos incompletos o exageraciones como las que genero una imagen viral que muestra una captura de pantalla de una aplicación de registro del clima (wunderground.com) que toma información de las estaciones meteorológicas mas cercanas y las empata con la localización donde se busquen datos. Sin embargo hay por lo menos cuatro fuentes que confirman un incendio o las condiciones para este en el basurero.
  • El propio sitio con los restos calcinados.
  • Los testimonios de los criminales.
  • Las imágenes de satélite del día 26 y 27 de septiembre que muestran nubosidad dispersa (ver imágenes 1 y 2)
  • Los datos de las estaciones meteorológicas automáticas que registraron solo lluvia ligera (las estaciones mas cercanas están a no menos de 5km respecto al lugar donde se encuentra el basurero, ver imagen 3).
El hecho de que esta imagen se haya vuelto viral y de que la versión de una lluvia intensa se haya propagado, aun cuando no surge de datos concretos que lo demuestren sino de suposiciones generadas por información incompleta. Son una muestra de lo dúctil de una sociedad que carece de herramientas mínimas para valorar de manera científica la información disponible. Esta versión fue ampliamente replicada en prensa sin que ello abone a confirmar o rechazar algún hecho.

Imagen 1. Cámara modis del satélite terra (EOS AM-1) el día 26 de septiembre de 2014, el municipio de Cocula esta indicado con el numero 35, se aprecia nubosidad dispersa


Imagen 2. Cámara modis del satélite terra (EOS AM-1) el día 27 de septiembre de 2014, 

el municipio de Cocula esta indicado con el numero 35, se aprecia nubosidad dispersa.


Imagen 3. Localización de las las estaciones meteorológicas

 en relación al basurero donde se localizaron restos humanos


Otros hechos como el hallazgo de restos humanos incinerados genero dudas igualmente pobres en su argumentación que afirmaban que un cuerpo humano requiere condiciones increíbles para ser calcinado, aun cuando la practica de incinerar cadáveres sea antiquísima (hay evidencia desde el neolítico 4500-4000 a. C, se sabe que se realizaba históricamente con leña) y que el combustible que los criminales afirman haber usado genera el doble de energía que la leña, según su dicho usaron llantas que liberan 35 KJ/g. Y el proceso tomo mas de 10 horas.

El surgimiento de estas dudas y la viralizacion en redes de las mismas habla de un legitimo interés social por el esclarecimiento del caso, pero de grandes carencias al abordar el tema de manera científica que llevan a las personas (y a la prensa) a refugiarse en leyendas urbanas.

Respecto al caso del basurero de Cocula el levantamiento forense fue realizado tanto por la PGR como por el Equipo Forense Argentino una institución civil de profesionales que cuentan tanto con la experiencia y la capacidad para hacer esa labor como con la confianza de la sociedad por ser un grupo independiente al gobierno mexicano. En su comunicado señalan: “Como perito independiente, el EAAF ha intervenido en las siguientes actividades (...) El levantamiento de restos humanos y evidencia asociada a los mismos en el Basurero de Cocula y a la vera del Río San Juan, Cocula, Guerrero” Comunicado EAAF 11 Nov 2014.

Es decir no hay discrepancia entre la entidad independiente y la entidad de gobierno en cuanto a los hallazgos y si bien aun no se concluye la investigación. El caer en un estado de negación patológica no contribuye a aclarar de quien son los restos en el basurero ni donde están los normalistas. Si por su parte el laboratorio del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck logra identificar los restos encontrados, su dictamen tendrá veracidad porque se apegan a métodos científicos verificables. Y al igual que las identificaciones de victimas ya logradas en las fosas que ahora sabemos no son de los normalistas podremos tener certezas porque si se siguen protocolos científicos el resultado no puede ser falseado por intereses políticos.

Sin duda una aproximación científica desde la sociedad puede contribuir mas a la búsqueda de la verdad y se pueden lograr acuerdos entre las organizaciones sociales involucradas y los centros universitarios para llevar todo el conocimiento necesario a los lugares donde se requiere. Una tarea de la sociedad es apoyarse entre todos sus componentes para resolver temas de interés publico mas cuando como este caso representan un parteaguas en la organización de la sociedad en su conjunto.

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